Siempre digo que la preboda es una de las mejores formas de soltarse frente a la cámara y conocer bien al que va a ser vuestro fotógrafo de boda. Pero si además añadimos un bonito lugar como es Arévalo, una luz de atardecer perfecta y dos preciosos caballos ya conseguimos que no solo sea una sesión de fotos sino que la preboda con Caballos se convierta en una experiencia imborrable.
Y eso mismo sucedió con Javier y Mónica en su preboda con caballos.
Pero mejor que lo veáis vosotros. ¡Si te gusta te agradecemos un comentario y compartirlo!